El otro día estaba en la biblioteca estudiando una asignatura de Historia Antigua en Próximo Oriente y Egipto y, mientras hojeaba el libro de historia, se me activó el chip traductológico que llevo configurado desde que empecé la carrera hace ya cuatro años. El motivo de que me saltase la alarma no fue otro que la parte del temario en la que se habla de las distintas etnias y pueblos que habitaron la zona mesopotámica entre el III y el I milenio antes de Cristo. Uno de esos pueblos es uno por el que siento especial predilección: el pueblo hitita.
Los hititas eran de origen indoeuropeo y se establecieron principalmente en la península de Anatolia. Tenían una lengua propia, también de origen indoeuropeo, y su sistema de escritura era básicamente de tipo jeroglífico, aunque llegaron a desarrollar la escritura cuneiforme en etapas más avanzadas de su historia.
Es precisamente ese uso jeroglífico original del pueblo hitita el que despertó mi curiosidad traductológica cuando lo vi. Los símbolos jeroglíficos de este pueblo son mucho más comprensibles, incluso hoy, de lo que pueden serlo los jeroglíficos que todos tenemos en mente: los de la escritura egipcia. Aquí les dejo una imagen de los jeroglíficos del pueblo hitita y de los de los egipcios para que ustedes mismos puedan sacar sus conclusiones.

Aquí vemos la gran diferencia que existe entre unos símbolos y otros. Algunos de los del pueblo hitita son mucho más próximos al objeto que pretenden representa. Fijémonos, por ejemplo, en el símbolo del caballo. Es prácticamente una representación fiel del objeto.
Poco a poco, los hititas fueron usando la escritura cuneiforme, reservando el método pictográfico para inscripciones en piedra o relieves rupestres. La escritura cuneiforme se aleja muchísimo de la imagen que acabamos de ver, pues se crea a base de pequeñas cuñas o «clavos» marcados sobre arcilla con una caña puntiaguda.

Y así, poco a poco y hasta la desaparición del pueblo hitita en el milenio I a.C., los símbolos hititas que activaron mi chip traductológico se fueron disipando en el tiempo. Y después de tanto royo histórico, la gran pregunta: ¿qué fue lo que hizo que se activase ese chip?. Pues el hecho de poder apropiarme de estos símbolos hititas pictográficos para mi toma de notas. Y así lo he hecho, he conseguido hacer míos algunos de los símbolos de la cultura hitita y, gracias a la forma tan visual y representativa que tienen, he tenido éxito.
Espero que esta entrada pueda servir de ayuda a alguien que también busque símbolos que añadir a su toma de notas y que le resultan sencillos tanto de producir como de recordar. Si alguien tiene alguna pregunta sobre este pueblo tan interesante o quiere material de la escritura hitita sobre el que trabajar, por favor que no dude en consultarme.
¡Muchas gracias por leerme y hasta la próxima entrada!